LA CLAVE DEL VERDADERO EXITO – por Carlos Mraida

Si utilizás todo tu tiempo y tu energía en cosas pequeñas, nunca podrás ocuparte de las cosas que son verdaderamente importantes
Prestale atención a aquellas que son indispensables para lograr tu felicidad.
 

En su libro The Common Denominator of Success (El común denominador del éxito), E. Gray, cuenta que investigó cuál es el elemento común en personas que alcanzan éxito en distintas disciplinas. Y descubrió que ese denominador común no era el trabajo duro, ni la buena suerte, ni la habilidad para relacionarse bien, sino empezar por lo primero. Es decir, el saber determinar adecuadamente las prioridades.

¿Está llena la olla?

Un experto en temas de administración del tiempo estaba hablando a un grupo de estudiantes y buscó algo que les quedara grabado por siempre a esos jóvenes. Se paró frente a ellos con una olla de cerámica de boca ancha, la colocó sobre la mesa, tomó una docena de piedras grandes y las puso dentro de la olla. Cuando la olla estuvo llena y no cabía una piedra más, preguntó: ‘¿Está llena la olla?’. Todos en la clase contestaron: ‘Sí’. Pero el experto repreguntó: ‘¿De verdad?’. Entonces, tomó un recipiente con canto rodado y empezó a vaciar su contenido en la olla: el canto rodado se fue colando por los huecos que existían entre las piedras más grandes, hasta que no entró más. El experto preguntó: ‘¿Está llena ahora?’. Alguien del grupo contestó: ‘Probablemente, no’.
‘¡Muy bien!’, exclamó el experto. Enseguida tomó una cubeta con arena y la vació dentro de la olla de tal manera que la arena cubría los huecos dejados por las piedras y el canto rodado, hasta que no cupo más arena. Nuevamente preguntó: ‘¿Está llena ahora?’. ‘¡Nooo!’, exclamó el grupo. ‘¡Excelente!’, les dijo, a la vez que vaciaba una jarra con agua en el interior de la olla y el agua era absorbida por la arena. ‘¿Cuál es la moraleja de este ejemplo?’, preguntó el experto. Un estudiante comentó: ‘La moraleja es que no importa lo llena que esté tu agenda, si te esforzás, habrá cabida para algo más’. ‘No’, contestó el expositor. ‘La moraleja es que si no colocás las piedras grandes en primer lugar, no podrás hacerlo después’.
La investigación de Gray y el ejemplo de las piedras grandes me generan algunas preguntas: ¿Cuáles son tus prioridades? ¿Cuáles son las piedras grandes que tenés que ubicar primero? ¿Qué es lo que debés hacer primero para que alcances éxito en la vida, es decir, para que te sientas pleno y feliz? La vida gira en torno de prioridades,¿no es verdad?
La experiencia nos dice que colocar cada prioridad predeterminada en su debido lugar, ayuda a tomar decisiones con más facilidad.

La agenda debe ser una herramienta

Muchas veces tenemos un doble discurso. Por un lado afirmamos que algo es lo más importante en la vida, pero a la hora de que eso se vea reflejado en la práctica la cosa es bien distinta. Dicen que para identificar nuestras verdaderas prioridades, basta dar una mirada en nuestra agenda y en nuestro presupuesto. La forma como gastamos nuestro tiempo y nuestro dinero son un buen indicador de lo que verdaderamente es importante para nosotros. Podés decir: ‘Para mí lo más importante es mi familia’. Y yo te contestaría: ‘A ver, mostrámelo en tu agenda’. En realidad la agenda debe ser una herramienta que nos ayuda a cumplir con nuestras prioridades, de manera tal que nuestras metas en la vida se vean cumplidas, y entonces nos sintamos felices. Sin embargo, para la mayoría de las personas, la agenda es un instrumento de esclavitud. Tienen sus agendas llenas de actividades a cumplir, pero que no necesariamente les ayudan a alcanzar las metas que pretenden en la vida. Esto sucede precisamente por no establecer adecuada y primeramente sus prioridades, y entonces luego llenar la agenda. Con acierto dice Jim Mathis que cuando nos obsesionamos con la eficiencia y la productividad, sin preguntarnos acerca de la importancia de las tareas que realizamos, malgastamos nuestra energía y nuestro tiempo. Las tareas o actividades más importantes son aquellas que se conectan con nuestro propósito en la vida, con nuestras fortalezas y con nuestra misión personal. Estas son las que nos hacen alcanzar los resultados que más anhelamos y realizar nuestros sueños. Si estamos muy ocupados, lo mejor que podemos hacer —para ser más efectivos— es tranquilizarnos y hacer una pausa para revisar nuestros objetivos, nuestra misión y nuestros sueños. Luego, podremos continuar ocupándonos de nuestras tareas…

Un ejercicio permanente

Por tanto, el desafío de establecer, y mantener, prioridades es un ejercicio continuo, que dura toda la vida. Constantemente evalúo lo que estoy cosas todavía son importantes. Descubrí que algunas que parecían muy importantes hace algunos años, hoy no lo son, mientras que otras se tornaron mucho más importantes. Una vez que mis prioridades ya están establecidas, decidir es más fácil. Porque mis decisiones no serán tomadas en función de momentos, o de circunstancias, por influencia de otros, sino en función de lo que yo he establecido como mis prioridades.
Goethe dijo:‘Las cosas que realmente son más importantes, nunca deben estar a merced de las cosas que son menos importantes’.
Cuando no tenemos en cuenta esto, las cosas menos importantes gobiernan nuestra vida haciendo que permanentemente vivamos postergando el cumplimiento de las más importantes, y el resultado es que no se cumplen nuestros sueños, y por ende vivimos muy ocupados pero muy poco felices. Lo peor de todo es que no se trata sólo de privilegiar un tipo de actividades sobre otras, sino que en la mayoría de los casos, postergamos a los seres queridos. El tiempo para nuestros hijos, para nuestra esposa o esposo quedan siempre para mañana. Las palabras de amor, de aprobación, de gratitud, quedan siempre por pronunciarse. Stephen Levine lo puso de una manera muy clara: ‘Si supieras que te vas a morir y tenés una sola llamada telefónica para hacer, ¿a quién llamarías? y ¿qué le dirías? ¿Y qué estás esperando para hacerlo?’.

Qué es lo primero

Alguien dijo, con gran sagacidad, que el principal temor que tenemos que tener no es el miedo a fracasar, sino a tener éxito en aquello que no es importante. ¡Es cierto! Mucha gente ‘exitosa’ lo es en aquello que no le brinda felicidad ni sentido de plenitud. La gente muy ocupada, generalmente es la gente más insatisfecha. Como lo expresó uno de los más grandes jugadores de la NBA, Kareem Abdul-Jabbar: ‘Intento hacer lo correcto en el tiempo correcto. Pueden ser pequeñas cosas, pero generalmente son las que hacen la diferencia entre ganar y perder’.
Por eso, saber qué es lo primero se torna vital. Y cuando de ser felices se trata, no podemos pasar por alto lo que Jesucristo dijo que era la clave para una vida plena. Claramente él dijo que Dios debe ser nuestra ‘más alta prioridad’, ya sea en nuestros hogares, en el trabajo o en nuestros sueños y proyectos. Jesús enseñó:‘Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas las demás cosas os serán añadidas’. Al decir ‘todas las demás cosas’, Jesús se refería a nuestras necesidades y preocupaciones diarias, aquellas que pueden fácilmente consumir nuestro tiempo y energía. Él estaba diciendo dos cosas: Debemos hacer de Dios nuestra absoluta prioridad; todo lo demás debe ser secundario. Y cuando determinamos hacer de Dios lo primero en nuestras vidas, Él promete cuidar de nuestras necesidades y preocupaciones.
Por favor, no pongas el carro delante de los caballos. No te equivoques viviendo para ‘todas las demás cosas’ y te olvides de Dios. Es decir, no seas exitoso en lo menos importante, y un fracaso en lo que verdaderamente determina tu felicidad. Fuiste creado por Dios, y fuiste creado para Dios. Lejos de él te sentirás vacío siempre. Por el contrario, una relación personal,íntima, rica con Dios, hará de vos la persona más dichosa de la tierra y nada te faltará. No podés errar en esto, porque lo que está en juego es nada menos que tu vida, y de lo que se trata es de que seas feliz.

 

 

6 octubre, 2016

0respuestas en "LA CLAVE DEL VERDADERO EXITO - por Carlos Mraida"

Deja un mensaje

© mision-net 2021 Design by fonema